
Después
de muchos años organizando, guiando y abriendo rutas para
otras agencias, decidí en 2001 abrir mi propia agencia de
viajes especializada en el Ártico y concretamente en
Groenlandia, Laponia e Islandia
a donde ya llevaba viajando desde hacía muchos años. Con la
ayuda de Paqui, mi mujer, comenzando desde cero y a pesar de
los muchos obstáculos que hemos tenido, conseguimos crear la
infraestructura necesaria para realizar los viajes y
travesías de la manera en que queríamos hacerlo y con la
seguridad garantizada.
Desde pequeño
me ha gustado siempre viajar y ya me quedaba embelesado con
las novelas de Julio Verne y Jack London, que me abrían las
puertas a mundos desconocidos, a personajes dramáticos, a
paisajes de abrumadora belleza. Ya cuando empecé a tener mis
primeros ahorros comencé a viajar, a viajar de verdad, No me
gustan los guetos turísticos, de los que huyo, sino la
convivencia real con gentes y paisajes donde pueda sentir
cosas que no podré sentir en otros lugares, y esto es lo que
intentamos transmitir en nuestros viajes y expediciones, el
viaje real, el VIAJE con mayúsculas.
No entendemos el viaje como un simple desplazamiento entre
puntos de nuestra geografía; debe ser algo más. Viajar es
descubrir, es explorar el país y nuestro interior. Un viaje,
debe suponer un esfuerzo por pequeño que sea. Viajar es
salirnos de la rutina, de la cotidianidad, es adaptarnos a
otras formas de vida, a otros puntos de vista que en
ocasiones son radicalmente opuestos a los nuestros pero que
nos enriquecerán, si sabemos aprovechar el viaje que además
de ser geográfico debe ser mental. En un viaje tenemos que
aprender y enseñar, reír y a veces llorar, respetar y
tolerar, convivir y ayudar, tenemos que conseguir salirnos
del que es a veces "nuestro pequeño mundo".
Decidimos tomar una línea muy clara, a veces difícil y
evidentemente nada comercial, pero hacemos lo que más nos
gusta. Paulatinamente hemos ido creciendo, poco a poco las
cosas han ido cambiando, nuestras infraestructuras han ido
desarrollándose, nuestro equipo humano ha ido aumentando.
Desde un cuartito en el que empezamos a trabajar y que para
llegar al ordenador teníamos que esquivar todo el material,
hemos pasado a tener una oficina en la Sierra de Madrid, un
almacén para el material, un amplio equipo de guías que
después de muchos años trabajando juntos en estas zonas
remotas, ya forman parte de nuestra gran familia.
Partíamos con premisas
fundamentales y haciéndonos varias preguntas, siendo una de
ellas la más importante: ¿cómo nos gusta viajar? La
respuesta fue clara y rápida.
Lo primero que se me planteó hace 15 años fue el tema de la
seguridad en los viajes, no había Internet, ni teléfonos
satélites ni GPS, aunque si teníamos un gran conocimiento de
las zonas tan inhóspitas y salvajes en las que queríamos
movernos. La seguridad tenía que pasar por personas de
confianza en los destinos a los que viajábamos y así, fuimos
tejiendo una red de seguridad con un grupo de personas como
Kaly, un ballenero groenlandés y hoy padrino de mi hijo o
con Aarne, un simpático y grandullón finlandés, responsable
de nuestra seguridad y que ante cualquiera de nuestras
peticiones, siempre ha estado ahí, convirtiéndose con el
tiempo en un gran amigo al que siempre visitamos cuando
viajamos a Finlandia.
Hoy se ha perdido un poco el romanticismo de aquellos años
iniciales pero tenemos más seguridad: teléfonos satélites,
GPS, ordenadores, localizadores satelitales...
Otro de los puntos que se nos plantearon fueron los
alojamientos y teníamos dos opciones: la primera era elegir
el alojamiento y
desde aquí ver luego lo que se podía hacer o la segunda, ir
a donde queríamos ir y ver como nos alojábamos. No hubo
duda, optamos por la segunda opción, la más fiel a nuestra
línea de trabajo y que seguimos a rajatabla. Actualmente,
tenemos instalados varios campamentos en lugares de una
gran belleza y en los que estamos solos ante la
impresionante naturaleza.
Otro problema que se nos planteó fueron los transportes.
Moverse en los países a los que viajamos era y es muy
complicado ya que en la mayoría de ellos no hay carreteras.
En Groenlandia contactamos con Jacky, un francés que llegó a
Groenlandia hace casi 40 años y al sur en 1996, un año antes
que yo. Lo hizo en un barco de madera precioso y que hoy es
un clásico en Groenlandia, el Putuut. Nos conocimos y
empezamos a colaborar, creciendo a la par.
Se nos planteó también el como minimizar el impacto
medioambiental con nuestros viajes. Los territorios a los
que viajamos son frágiles, por lo que decidimos montar unos
campamentos cómodos pero sin grandes pretensiones, que
fueran fáciles de desmontar y con material ligero,
utilizando jabones ecológicos, y con un escrupuloso cuidado
con no dejar ningún tipo de rastro a nuestro paso.
No somos extremistas de la ecología pero sí conscientes de
que nos movemos en ecosistemas muy frágiles. Pensamos que
cualquier persona con un poco de disposición puede estar dos
o tres días sin una ducha, sobre todo en lugares donde el
ambiente es muy limpio y se suda poco.
Adoptamos en nuestros viajes una serie de principios que
resumimos aquí y que son muy importantes para nosotros:
-
Las comunidades árticas deben ser beneficiarias de
nuestros viajes.
-
Debemos minimizar nuestras basuras, consumo y polución.
-
Debemos conseguir que el turismo y la conservación sean
compatibles.
-
Debemos apoyar la preservación de la naturaleza y su
biodiversidad.
-
Debemos usar los recursos naturales de una manera
sostenible.
-
Debemos respetar las culturas locales.
-
Debemos respetar los lugares históricos y científicos.
-
Debemos seguir las normas de seguridad.
-
Un equipo mentalizado es la clave de un turismo
responsable.
-
Debemos hacer de nuestro viaje una oportunidad para
aprender más sobre el Ártico.
Todos nuestros viajes son diseñados por nosotros y desde el
momento en que lo hacemos, lo exploramos, lo organizamos,
montamos la infraestructura y lo guiamos, teniendo así el
control del viaje. ¿Esto que significa? No tenemos
interferencias en la ejecución de los viajes, le damos
nuestra línea y nuestra filosofía, con nuestra propia
infraestructura y nuestros propios guías.
Una de las cosas que más
valoramos son nuestros guías, son nuestra imagen ante
vosotros. Huimos de los guías pretenciosos que creen estar
por encima del viajero, no los queremos trabajando con
nosotros por mucha técnica que tengan. Valoramos más el
trabajo bien hecho, la humildad y sobre todo su humanidad.
No quiero ser pretencioso pero sinceramente, creo que
tenemos uno de los mejores equipos de guías que puede haber.
Llevamos colaborando juntos desde hace muchos años,
trabajamos en equipo, todos pueden opinar y sus consejos
son muy importantes. Aparte está su profesionalidad,
conocimiento del terreno y la cultura que da la experiencia
de muchos años viajando al Ártico. Nuestros guías conocen
los países y no solo las rutas que hacen y esto se nota
cuando aparece algún problema, automáticamente tienen un
plan B, gracias a su experiencia y conocimiento.
Somos una agencia pequeña pero
muy especializada. Trabajamos los viajes de manera
artesanal. Nos hemos convertido en la segunda agencia más
importante en Groenlandia. Hemos sido felicitados por
nuestra labor en el desarrollo de beneficio para las
comunidades inuit. Queremos crecer poco a poco, pero solo
hasta el momento en que en el siguiente escalón no me
permita viajar con vosotros que es lo que más me gusta.
Espero que
disfrutéis de nuestra nueva Web y que nos veamos en algún un
lugar de este maravilloso planeta.
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