Ricardo López Valverde

Después de muchos años organizando, guiando y abriendo rutas para otras agencias, decidí en 2001 abrir mi propia agencia de viajes especializada en el Ártico y concretamente en Groenlandia, Laponia e Islandia a donde ya llevaba viajando desde hacía muchos años. Comenzando desde cero y a pesar de los muchos obstáculos que hemos tenido, conseguimos crear la infraestructura necesaria para realizar los viajes y travesías de la manera en que queríamos hacerlo y con la seguridad garantizada.

Desde pequeño me ha gustado siempre viajar y ya me quedaba embelesado con las novelas de Julio Verne y Jack London, que me abrían las puertas a mundos desconocidos, a personajes dramáticos, a paisajes de abrumadora belleza. Ya cuando empecé a tener mis primeros ahorros comencé a viajar, a viajar de verdad, No me gustan los guetos turísticos, de los que huyo, sino la convivencia real con gentes y paisajes donde pueda sentir cosas que no podré sentir en otros lugares, y esto es lo que intentamos transmitir en nuestros viajes y expediciones, el viaje real, el VIAJE con mayúsculas.

No entendemos el viaje como un simple desplazamiento entre puntos de nuestra geografía; debe ser algo más. Viajar es descubrir, es explorar el país y nuestro interior. Un viaje, debe suponer un esfuerzo por pequeño que sea. Viajar es salirnos de la rutina, de la cotidianidad, es adaptarnos a otras formas de vida, a otros puntos de vista que en ocasiones son radicalmente opuestos a los nuestros pero que nos enriquecerán, si sabemos aprovechar el viaje que además de ser geográfico debe ser mental. En un viaje tenemos que aprender y enseñar, reír y a veces llorar, respetar y tolerar, convivir y ayudar, tenemos que conseguir salirnos del que es a veces «nuestro pequeño mundo».

Decidimos tomar una línea muy clara, a veces difícil y evidentemente nada comercial, pero hacemos lo que más nos gusta. Paulatinamente hemos ido creciendo, poco a poco las cosas han ido cambiando, nuestras infraestructuras han ido desarrollándose, nuestro equipo humano ha ido aumentando. Desde un cuartito en el que empezamos a trabajar y que para llegar al ordenador teníamos que esquivar todo el material, hemos pasado a tener una oficina en la Sierra de Madrid, un almacén para el material, un amplio equipo de guías que después de muchos años trabajando juntos en estas zonas remotas, ya forman parte de nuestra gran familia.

Partíamos con premisas fundamentales y haciéndonos varias preguntas, siendo una de ellas la más importante: ¿cómo nos gusta viajar? La respuesta fue clara y rápida.

Lo primero que se me planteó hace 25 años fue el tema de la seguridad en los viajes, no había Internet, ni teléfonos satélites ni GPS, aunque si teníamos un gran conocimiento de las zonas tan inhóspitas y salvajes en las que queríamos movernos. La seguridad tenía que pasar por personas de confianza en los destinos a los que viajábamos y así, fuimos tejiendo una red de seguridad con un grupo de personas como Kaly, un ballenero groenlandés y hoy padrino de mi hijo o con Aarne, un simpático y grandullón finlandés, responsable de nuestra seguridad y que ante cualquiera de nuestras peticiones, siempre ha estado ahí, convirtiéndose con el tiempo en un gran amigo al que siempre visitamos cuando viajamos a Finlandia.
Hoy se ha perdido un poco el romanticismo de aquellos años iniciales pero tenemos más seguridad: teléfonos satélites, GPS, ordenadores, localizadores satelitales…

Otro de los puntos que se nos plantearon fueron los alojamientos y teníamos dos opciones: la primera era elegir el alojamiento y desde aquí ver luego lo que se podía hacer o la segunda, ir a donde queríamos ir y ver como nos alojábamos. No hubo duda, optamos por la segunda opción, la más fiel a nuestra línea de trabajo y que seguimos a rajatabla. Actualmente,  tenemos instalados varios campamentos en lugares de una gran belleza y en los que estamos solos ante la impresionante naturaleza.

Otro problema que se nos planteó fueron los transportes. Moverse en los países a los que viajamos era y es muy complicado ya que en la mayoría de ellos no hay carreteras. En Groenlandia contactamos con Jacky, un francés que llegó a Groenlandia hace casi 40 años y al sur en 1996, un año antes que yo. Lo hizo en un barco de madera precioso y que hoy es un clásico en Groenlandia, el Putuut. Nos conocimos y empezamos a colaborar, creciendo a la par.

Se nos planteó también el como minimizar el impacto medioambiental con nuestros viajes. Los territorios a los que viajamos son frágiles, por lo que decidimos montar unos campamentos cómodos pero sin grandes pretensiones, que fueran fáciles de desmontar y con material ligero, utilizando jabones ecológicos, y con un escrupuloso cuidado con no dejar ningún tipo de rastro a nuestro paso.

No somos extremistas de la ecología pero sí conscientes de que nos movemos en ecosistemas muy frágiles. Pensamos que cualquier persona con un poco de disposición puede estar dos o tres días sin una ducha, sobre todo en lugares donde el ambiente es muy limpio y se suda poco.

Adoptamos en nuestros viajes una serie de principios que resumimos aquí y que son muy importantes para nosotros:

 

  • Las comunidades árticas deben ser beneficiarias de nuestros viajes.

  • Debemos minimizar nuestras basuras, consumo y polución.

  • Debemos conseguir que el turismo y la conservación sean compatibles.

  • Debemos apoyar la preservación de la naturaleza y su biodiversidad. 

  • Debemos usar los recursos naturales de una manera sostenible.

  • Debemos respetar las culturas locales.

  • Debemos respetar los lugares históricos y científicos.

  • Debemos seguir las normas de seguridad.

  • Un equipo mentalizado es la clave de un turismo responsable.

  • Debemos hacer de nuestro viaje una oportunidad para aprender más sobre el Ártico

Todos nuestros viajes son diseñados por nosotros y desde el momento en que lo hacemos, lo exploramos, lo organizamos, montamos la infraestructura y lo guiamos,  teniendo así el control del viaje. ¿Esto que significa? No tenemos interferencias en la ejecución de los viajes, le damos nuestra línea y nuestra filosofía, con nuestra propia infraestructura y nuestros propios guías.

Una de las cosas que más valoramos son nuestros guías, son nuestra imagen ante vosotros. Huimos de los guías pretenciosos que creen estar por encima del viajero, no los queremos trabajando con nosotros por mucha técnica que tengan. Valoramos más el trabajo bien hecho, la humildad y sobre todo su humanidad. No quiero ser pretencioso pero sinceramente, creo que tenemos uno de los mejores equipos de guías que puede haber. Llevamos colaborando juntos desde hace muchos años, trabajamos en equipo,  todos pueden opinar y sus consejos son muy importantes. Aparte está su profesionalidad, conocimiento del terreno y la cultura que da la experiencia de muchos años viajando al Ártico. Nuestros guías conocen los países y no solo las rutas que hacen y esto se nota cuando aparece algún problema, automáticamente tienen un plan B,  gracias a su experiencia y conocimiento.

 

Somos una agencia pequeña pero muy especializada. Trabajamos los viajes de manera artesanal. Nos hemos convertido en la segunda agencia más importante en Groenlandia. Hemos sido felicitados por nuestra labor en el desarrollo de beneficio para las comunidades inuit. Queremos crecer poco a poco, pero solo hasta el momento en que en el siguiente escalón no me permita viajar con vosotros que es lo que más me gusta.

Espero que disfrutéis de nuestra nueva Web y que nos veamos en algún un lugar de este maravilloso planeta.